El sistema financiero español debe hacer frente a un volumen ingente de deuda, pero también a la potencial evolución de impagados en los créditos al sector privado no financiero (hogares y empresas), que supone más del 177% del Producto Interior Bruto, ya que el fuerte crecimiento de los últimos años estuvo muy concentrado en los sectores relacionados con el boom inmobiliario.
Por su parte, el crédito a actividades productivas ha saltado en los últimos años por encima del 88% del PIB, si bien la mitad corresponde a los créditos concedidos a la promoción inmobiliaria y a la construcción, sectores que apenas representan el 20% del conjunto de la actividad.
Así pues, los riesgos parecen concentrarse en el segmento de las cajas de ahorro que tendrá un repunte de la morosidad hasta el 9,0% desde el 5,36% registrado en el mes de enero.