La firma estadounidense, creada en 2007, desembarca en España y adquiere Actuable, una joven plataforma de movilización ciudadana muy usada por los indignados.
El movimiento 15M ha trascendido más allá de las plazas públicas. La plataforma estadounidense de movilización en Internet Charge.org, creada en 2007 y con una previsión de ingresos de 5 millones de dólares (3,6 millones de euros) para 2011, ha comprado la ‘start up’ española Actuable, que ha desempeñado un papel clave entre los indignados.
El fundador de Change.org, Ben Rattray, cuya organización consiguió que la mismísima Hillary Clinton apoyara públicamente las protestas de las mujeres saudíes a las que no se les permite conducir, cree que la suma de ambos proyectos les dará impulso para establecerse en países de Latinoamérica, Europa y Asia. El conocimiendo del mundo alglosajón de Change.org se combinará con la experiencia de Actuable en el entorno latinoparlante, aseguran.
“Queremos crear pequeños equipos que conozcan las necesidades de las ONG de cada país”, dice Francisco Polo, fundador de Actuable y ahora director general de Change.org España.
La plataforma española, que nació hace un año, ha aumentado un 700% el número de usuarios desde enero, hasta casi 700.000, y ha dado impulso a iniciativas como la petición del referéndum para ratificar la reforma de la Constitución, con más de 150.000 firmas, o evitar el desalojo de Sol en la campaña electoral de mayo. Pero también a otras más modestas como que el Ayuntamiento de Madrid se comprometiera a sanear un poblado chabolista, una demanda que se cumplió. Sus usuarios se reparten por toda España, tienen entre 25 y 45 años y un nivel adquisitivo medio.
El negocio de Actuable se basa en el modelo denominado ‘freemium’. Por un lado, individuos y organizaciones pueden inscribir gratuitamente sus peticiones o protestas en busca de apoyo y firmas. Por el otro, las ONG que quieren mejorar su impacto y aumentar la masa social pagan por un servicio a medida para difundir sus acciones. El sistema es similar al de Change.org, que cuenta con 5 millones de usuarios y cobra entre 5.000 dólares y 1 millón de dólares por campaña.
La importancia de la Red
“Igual que Facebook es una red para las relaciones sociales y YouTube para encontrar vídeos, nosotros lo somos para cambiar el mundo”, asegura Francisco Polo.
A la pregunta de si se puede vivir de la movilización social, Polo lo tiene claro: «Nosotros lo estamos haciendo, tenemos beneficios desde el primer día. Y en Change.org ya trabajan 70 personas».
Y van más allá, según explican los dos directivos, la efectividad de sus campañas no para de crecer. «Change.org consigue que se cumpla más de una de las peticiones al día. Entre enero y marzo, se lograron 300 victorias», explican.
Para Rattray, la conjunción de la crisis financiera internacional, que está creando mucho descontento y protestas, con el uso intensivo de las redes sociales en Internet, hacen de éste un momento idóneo para este tipo de proyectos. “La gente ya no se mueve por grandes ideologías ni por grandes organizaciones, sino por causas concretas y nosotros solventamos esos problemas. Las empresas que ofrecen una solución son las que tienen éxito”, explica.
Su reto a medio plazo es dar voz a cien millones de usuarios en todo el mundo y obtener “un fuerte impacto global”, asegura Rattay, que, según dice, prefiere el Premio Nobel de la Paz a ver en bolsa a Change.org.
FUENTE: Expansión 21/09/2011